La moda rápida se ha convertido en un negocio lucrativo, y muchas marcas están dispuestas a sacrificar la calidad y la sostenibilidad de su ropa con tal de mantener precios bajos y atractivos para el consumidor. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿vale la pena sacrificar los derechos humanos por una ganga en la tienda de ropa?
15
Ago